Una horda de manifestantes del grupo extremo religioso, Los Cruzados del Padre Chucho, arremetió en horas de la mañana contra la Basílica de los testigos de Gokú, una iglesia en el barrio Galán que abre todos los días sus puertas a miles de pobres, dándoles abrigo y alimentándolos con la dieta ayurvédica de Namekuseí, libre de grasas trans. Actuaban en retaliación por el ataque sufrido ayer.
Los Cruzados de Chucho se bajaron de un centenar de buses de servicio de turismo, y, portando estandartes de la Santa Cruz y una irrespetuosa imagen de Krilin en el retrete, entraron en la basílica acabando con todo lo que encontraron a su paso, en el preciso momento en que se efectuaba el oficio del misterio de la transfiguración de Gokú, un milenario ritual que rememora con la oración del Kame Hame Ha el paso de Sayayín a Súper Sayayín.
“Nuestras creencias están amparadas en el artículo 16 de la Constitución Colombiana que garantiza la libertad ideológica, religiosa y de cultos. Así que no vemos con buenos ojos que la humanidad regrese a tiempos oscurantistas y que se nos ataque de esta manera, sobre todo, teniendo en cuenta, que somos un grupo pacífico, que sigue principios cósmicos de tolerancia y respeto entre todos los seres del universo. Si nuestro fin fuera la guerra ya habríamos acabado de un solo soplo con estos fanáticos del tal Chucho”, manifestó Gerardo Goham, Jerarca Supremo de los Testigos de Gokú en Colombia.
La basílica fue completamente destruida y se extraviaron, además de pelucas, cachos de plástico, antenas de alambre, túnicas y pinturas corporales de diversos colores, una costosa réplica de las famosas Esferas del Dragón, avaluadas en más de ocho millones de dólares por la prestigiosa casa de subastas, Christie´s.
“Tememos por nuestra integridad y la de todo el planeta. Pondremos la denuncia ante la Fiscalía mientras esperamos que nada malo pueda llegar a pasar con Las Esferas del Dragón en poder de estos fanáticos religiosos, que sin lugar a dudas no están en sus cabales”, puntualizó Gerardo Goham.