El gobierno de Venezuela firmó un decreto que le permite al presidente Nicolás Maduro reclamar territorios que aún no han sido delimitados, aquellos que, como el Golfo de Venezuela, indican claramente “por razones de elemental toponimia” pertenecen al país venezolano.
“Caracas es la Capital de Venezuela” dijo muy seguro Nicolás Maduro en su alocución presidencial. “Y esa Avenida en Bogotá debería entonces ser nuestra y no del eje del mal” concluyó tras los generosos aplausos del camarógrafo y la maquilladora del espacio televisivo.
Por su parte, la canciller de Colombia admitió: “ Es cierto que la Caracas comparte características de la capital venezolana como la inseguridad, las filas eternas del transporte público y la venta de Cocosette y Maltín Polar, pero no por eso la podemos regalar. Los recursos que alberga, que en este caso son intangibles: talento musical y de narración oral, y tangibles: grasas sobresaturadas, han sido, son y serán de Colombia”.
Por eso, la cancillería envió una nota de protesta pidiéndole a Venezuela no enviar tropas a la Caracas, ni parcelar la Avenida, pero rogándole, eso sí, que en un acto de fraternidad que fortalezca la unidad entre los dos países, se lleve a limosneros, vendedores ambulantes y cantantes urbanos de rap.
