Publicado el por en Paranormal.

Las autoridades colombianas emitieron este jueves una insólita recomendación: abstenerse de vender el alma en Marketplace. La alerta surge tras detectarse una preocupante proliferación de publicaciones en las que ciudadanos ofrecen su esencia eterna a precios que, según expertos en economía espiritual, están “por el piso”.

El fenómeno ha sorprendido a las autoridades. Por un lado, no hay base legal para intervenir: en estricto sentido el alma no figura entre los bienes cuya comercialización está proscrita por el código penal, tampoco en los listados de la DIAN, por lo que el CAI virtual no tiene competencia para retirar los anuncios. Por otro, se trata de un bien metafísico que no puede tasarse en salarios mínimos ni indexarse con el IPC. “Es un vacío jurídico y teológico”, admitió un alto funcionario.

Lo que más preocupa, sin embargo, no es tanto la transacción como el precio. Si en la literatura clásica Fausto cedía su espíritu por poder, conocimiento y placeres infinitos, en Marketplace se ve gente ofreciendo el suyo por un rompemuros de Movistar, una tarjeta tullave con descuento por discapacidad o la promesa de que el comprador pague el envío. “Con semejante inflación moral, lo próximo será que por rappi uno pueda comprar almas o voluntades”, lamentó un vocero de la Arquidiócesis de Bogotá, visiblemente consternado.

Aunque muchos esperaban que el principal postor fuera Satanás, los reportes oficiales indican que la mayoría de las compras provienen de políticos locales. El objetivo, según trascendió, es conformar pequeños ejércitos de zombies digitales encargados de llenar de “likes” las publicaciones oficiales y lanzar ataques coordinados contra opositores en horas laborales.

Ante el panorama, las autoridades hacen un llamado a la sensatez: recuerdan que, aunque cada quien es libre de administrar su destino eterno, hacerlo en Marketplace “desencaja las políticas comunitarias”. Se recomienda, en caso de duda, ofrecer primero la bicicleta estática, y dejar el alma como última opción.

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