Ella no lo podía creer, el pasado 11 de mayo Daniela Urrea recibió por correo un documento oficial de la ONU en el que los 194 países soberanos reconocidos por este organismo le exigían el pago oportuno de impuestos. El argumento principal para tan costosa exigencia se lee en el segundo párrafo del manuscrito: “Al considerarse usted ciudadana del mundo, está reconociendo de antemano el conjunto de normas y obligaciones de cada uno de los países del planeta”.
Para Daniela, habitante de Chapinero Alto y estudiante de diseño industrial en una prestigiosa universidad del país, esta exigencia es un absurdo: “No lo puedo creer, todo esto por poner en mi cuenta de Instagram que soy ciudadana del mundo. Yo no pago impuestos en Colombia, compro sin factura o de segunda, ahora voy a pagar impuestos en otro país, o sea marica, ¡this is crazy!”, anota ella.
Según Octavio López, responsable de asuntos jurídicos internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE), la situación de Daniela podría complicarse si se tiene en cuenta que, al considerarse ciudadana del mundo, no solo será obligatorio el pago de impuestos de cada país de la Tierra, sino que, además, deberá someterse y respetar cada una de las múltiples constituciones políticas y jurídicas. Agrega López: “lo peor es que las leyes de los países se contradicen, en algunos es delito una cosa y en otros no, y si a eso le agregamos los países que se manejan bajo el estricto régimen de la Sharia o aquellos donde hecha la ley hecha la trampa, la cosa se pone peor”.
Mientras Daniela se recupera del trauma descansando en las playas de Palomino y haciendo un détox de kiwi con esencias de India y Paquistán, sus padres y el MRE buscan una solución al difícil problema. En su cuenta de Instagram ya no se declara ciudadana del mundo.
Don Juanito, corresponsal.