Publicado el por en Judicial, Nacional.

Una polémica decisión del cabildo de Aguachica oficializó a esta ciudad del Cesar como ‘capital nacional de la fotomulta’. La medida dispone también la organización anual de un reinado para escoger a la ‘señorita Fotomulta Colombia’ y un festival folclórico en el que con danzas y bailes se recree y celebre el ritual del patrullero avispado y el cachaco despistado.

En la exposición de motivos se cita un estudio de opinión contratado por la alcaldía según el cual nueve de cada diez colombianos identifican el municipio como ‘allá donde fijo le ponen una fotomulta si va en carro: no se salva’.

Y es que a diario se pueden leer en medios de comunicación y redes sociales reclamos de viajeros que se detienen allí a dormir en su viaje entre el interior del país y la región caribe o viceversa. Estos coinciden en las denuncias de injustos comparendos por supuesto exceso de velocidad firmados por patrulleros fantasma sin posibilidad de reclamar.

«Yo siempre he sido de los que he creído que uno no puede ir contra la corriente. Sería necio a esta altura pretender que Aguachica fuera un referente por su agonizante producción arrocera, por la belleza de sus mujeres o por su maltrecha ganadería. Son realidades, hay que aceptarlas y la verdad es que si los colombianos nos conocen por las fotomultas pues bienvenido sea, que vengan a cancelarlas, con sabrosura, por supuesto», afirmó el concejal Emilio José Diazgranados, del partido de la U y promotor de la iniciativa.

«La verdad es que las fotomultas han sido un dinamizador de la economía local en la última década y está bien que se les de este lugar tan preponderante», añadió otro cabildante. «Han sido una herramienta excepcional para dinamizar el turismo toda vez que son miles los viajeros que después de su primera pasada tienen que regresar a pagar o reclamar, eso, dios bendito, ha sido una bendición para centenares de negocios del sector turismo y servicios».

«Los cachacos se quejan mucho, nojoda. Lo que no saben es que cada vez vienen más gringos y argentinos del turismo aventura de experiencia a vivir lo que es que les claven su comparendo, conocer al patrullero fantasma y meterse su sustico. El paquete incluye la emputada por el precio, que en la secretaría de movilidad nadie les conteste y que después tengan que pagar cuatro veces más por lo de los intereses so pena de embargo o destinación del vehículo a propulsar nuestro famoso tren oruga. Pagan, pagan por eso así como otros pagaban para que Popeye les metiera miedo en Medellín», añadió un funcionario de la alcaldía que pidió reserva de su identidad.

Recientes indagaciones periodísticas han sugerido que Aguachica está viviendo una bonanza sin precedente por cuenta de este concepto la cual han querido mantener bajo un manto de silencio para evitar un deterioro en los indicadores de orden público. Es tanto el dinero que ingresa a las arcas del municipio y, por derechas, a la economía del mismo que se han podido poner en marcha programas ambiciosos como el que busca producir únicamente arepaehuevos con huevo de faisan, el que pretende construir un whiskyducto y el que hizo obligatorio el dominio del inglés -enseñado gratis por la alcaldía-  para reses de más de 400 kilos.

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