Publicado el por en Miscelánea.

20140208-201824.jpg

Esta costumbre que ha sido considerada parte del patrimonio inmaterial colombiano puede tener los días contados. Dos razones la tendrían en entredicho. Por un lado, un estudio comisionado a una firma sueca comprobó que las ondas sonoras fruto del golpe continuo de las palmas de las manos de más de cien personas durante los quince segundos que suele durar este singular acto de reconocimiento a la habilidad del piloto y de celebración por el reencuentro con la vida de los más temerosos afectan la vida útil de los materiales que componen la aeronave, diseñados solo para soportar la vibración propia de esta fase del vuelo.

El segundo aspecto tiene que ver con el proceso de ingreso a la OCDE por parte del país. Expertos de este selecto club de naciones caracterizadas por su nivel de desarrollo económico y social pero sobre todo por las buenas prácticas empresariales y en la gestión pública habrían sugerido -casi obligado- a regular dicho ritual. Según uno de los expertos que se refirieron al asunto, «un extranjero que ve cómo sus compañeros de vuelo aplauden al tocar tierra inmediatamente va a sentir que no se puede confiar en los pilotos y si no se puede confiar en los pilotos, menos en la mano de obra o en los aliados estratégicos. Sin duda se genera afectación al clima de negocios y esto es grave».

Conscientes de que una decisión así no será fácil de implementar, en la entidad que regula la aviación en Colombia ya prepararan alternativas. Una de ellas es una aplicación para teléfonos inteligentes -en modo avión, desde luego- diseñada por un grupo de emprendedores de Medellín que, utilizando audífonos, permite simular el sonido de una ovación si se golpea la pantalla con el índice en repetidas ocasiones. Otra opción sería la de contratar artistas callejeros para que en ese momento lleven a cabo su acto y distraigan a los viajeros, «sería ideal, porque estaríamos solucionando un problema desde la perspectiva gana-gana, pues toda esta gente tendría empleo formal, el único inconveniente es que no podríamos tener a los que usan fuego o cuchillos que son el 97.4%», puntualizó un vocero del SENA que está impulsando la idea.

Mientras tanto, un delegado, también indignado, de Gustavo Bolívar prepara una aplausatón de manifestantes desnudos en protesta por la medida que tendría lugar el próxmo martes en horas de la tarde.

Comentarios

Comentarios