Sorprendido se vio el servicio doméstico de la familia Petro-Alcocer con la orden de Gustavo de deshacerse de todas las existencias de arroz, incluso el que utilizaba para secar el celular cada vez que este se le caía al inodoro mientras respondía trinos al tiempo que vaciaba el intestino.
El exalcalde dio la orden basado en una cadena de whatsapp en la que se asegura que en el arroz que se vende en el país hay una considerable presencia de granos plásticos.
Según pudo confirmar este medio, no es la primera vez que se observa una reacción así motivada por información sin confirmar que circula en las redes por parte del exalcalde. De hecho, varias veces ha causado desconcierto entre sus seguidores en Twitter tras compartir imágenes que no corresponden al hecho al que hace referencia.
«Le hemos dicho pero no hace caso, se cree todo lo que ve en el celular», asegura un miembro de su familia que pide preservar el anonimato.
La fuente recuerda la ira que le produjo saber que Facebook iba a cobrar, «le echó madres al mafioso de Zuckerberg»; el frío que sintieron todos la noche que pasaron en una carpa en el separador de la avenida ubicada frente al apartamento de la familia «porque por whatsapp le llegó una cadena que dizque iba a temblar esa noche»; la alegría que expresó al enterarse de que un príncipe nigeriano lo había escogido a él para compartir su herencia y la intensidad con la que compartió una foto de una caja grande llena de cajitas de iphones 6 ilusionado con recibir uno gratis.
Al parecer la única beneficiada de esta debilidad del también excongresista era la carismática perrita Bacatá. «Alguien le dijo, no sé dónde, que si uno está comiendo y un perro lo mira y uno no le da, el perro le habla. Él siempre le ha tenido mucho miedo a que un perro le hable, desde pequeño, por eso siempre le pasaba su pedazo a Bacatá».
Este medio intentó obtener una reacción del protagonista de la historia pero allegados afirmaron que estaba «en Tunja buscando al nieto mafioso de Hitler y sin celular».
