Un muy peculiar caso de amor por los animales se dio a conocer hoy en Bucaramanga. Allí, Gilberto Hernández, reconocido líder animalista de 68 años, se resiste a ser sometido a un tratamiento que le permita expulsar de su organismo una tenia solitaria de varios metros de largo que lo tiene al borde de la inanición.
«¿Cómo me salen con esas? Doris, que es como yo la llamo, es un ser sintiente, la ley así lo dice, y sacarla de mi intestino sería un vil asesinato, un crimen atroz», afirma desencajado. «Yo ya le dije a mis hijos y a los doctores: me la dejo sacar solo si me garantizan que me la dejan viva y puedo tenerla luego en la casa, de lo contrario que ni sueñen».
Afirma que por la tenia siente más afecto que por sus hijos a los que, declara, nunca ha visto sacarse el pan de la boca para dárselo a él, cosa que a diario hace, según asegura, el parásito de marras. «Doris no es como las demás, ella sabe que yo la consiento, que hay afecto y me corresponde, yo sé que no me va a dejar morir, es que reflexione: cómo matar a quien todavía me produce mariposas en el estómago».
Y añade: «Mire mano, es que yo con ella he tejido un vínculo muy especial. Me comunico. Hablamos, tiramos caja, lloramos incluso. Uno a esta edad ya vive muy solo y la verdad es que agradece que mi Dios se haya compadecido de uno y le haya mandado un ser tan maravilloso para que le haga a uno compañía. Sé qué es lo que le gusta. Por ejemplo: eso es mucho gustarle el mango biche. Cada que pasamos por un puesto hace un movimiento que yo reconozco y pues toca darle y me agradece, también detesta, como yo, lo que son los gentíos. ambos somos más bien solitarios y eso sí que nos ha unido».
Conmovido, continúa con su argumentación: «Sé que las tardes lluviosas la deprimen la ponen a reflexionar, y entonces la acaricio con un movimiento de yoga que masajea lo que es el plexo solar, porque yo también le jalo al yoga, mejor dicho a todo lo que es alternativo, porque venga y le cuento de la conspiración de los laboratorios, Monsanto y los gringos para dominar el mundo..:»
Por lo pronto, mediante una tutela, Hernández espera que el sistema de salud le garantice no solo que Doris será extraída viva sino que sea reubicada en un intestino artificial externo y reciba créditos del Estado para iniciar algún proyecto productivo.
