Diferentes colectivos animalistas de España y Suramérica lanzarán después de semana santa la campaña «No al Ole sí a la alegría» que pretende erradicar el famoso cántico de los estadios del mundo y cambiarlo por el estribillo «viva la vida» cada vez que una gambeta deslumbre a la tribuna.
«Estábamos un poco estancados en nuestra lucha antitaurina. Gracias a una cosecha de semillas chía en una de nuestras colonias agrícolas-cooperativas-resistentes que salió buena y coincidió con un buen precio en los mercados orgánicos entró una platica con la que no contábamos y contratamos una asesoría para un rediseño de nuestras líneas de acción», afirma Estrella del Mar, vocera de la Federación de Colectivos Animalistas Colombianos.
«Una de las sugerencias fue buscar en qué otros espacios de la sociedad está arraigada la muerte representada en la cultura taurina y apuntarles a ellos. Ahí fue que salió esto del fútbol, que será por ahora la prioridad. Lo siguiente será una campaña intensiva de persuasión para que todas las mujeres que llevan el infame nombre de Verónica que tanta carga de dolor y sufrimiento arrastra adelanten el trámite para cambiárselo a uno que sea sinónimo de vida».
Otras voces del sector aseguran haber llevado a cabo estudios que comprueban que los toros en sus potreros perciben las ondas sonoras que transportan desde los estadios este cántico, muy común cuando un equipo ejerce una supremacía abrumadora sobre el rival.
«Lo hemos medido varias veces. Apenas perciben el ole, el aura de los toritos se nubla, su ritmo cardiaco se acelera y empiezan a sentir un adelanto de la tortura que, igual, les espera. Lo hacemos con un aparato que diseñó el tío de uno de nosotros que vende Herbalife y es inventor, pero al que no le han querido patentar nada porque sus inventos son todos con energía solar y conocimientos ancestrales y, pues, tú sabes, que al sistema no le interesa promover la tecnología que afecta sus intereses», añade Humus Peñuela, quien pide ser identificado como «soldado de Pachamama».
La idea, que ya llegó a oídos de la FIFA será sometida a estudio por parte de la Comisión de Responsabilidad Social de la entidad. No obstante, el tema al parecer se demorará pues la prioridad de este organismo es la lucha contra el racismo, algo que no dejó muy contentos a los promotores de la campaña. «Insensible, fascistas, monstruos, ¿cómo van a decir que luchar contra el racismo es más importante que salvar a los toritos de la tortura? Sabemos a qué horas sale al casino el viejo Blatter y a qué jardín infantil van sus tataranietos, no nos hacemos responsables», concluyó alias «Talibán del cosmos».
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