Ocurrió ayer por la tarde frente a la sede de Corpovisionarios, entidad que dirige el exalcalde. En el andén, una mujer visiblemente exaltada le reclamaba a su pareja por no haber cumplido su promesa de por fin levantar el «bizcocho» del inodoro luego de veinte años de matrimonio.
Al percatarse del manoteo y de la expresión de agobio del varón, Mockus -conocido por sus ingeniosas campañas e iniciativas de cultura ciudadana basadas en el trinomio: ley, moral y cultura- se acercó a los dos y los observó por varios minutos.
Luego, en una pausa para respirar de la señora se tomó el atrevimiento de pedirle permiso para interrumpirla y pedirle permiso para tomar el lugar de su esposo. Fuera de sí, la mujer ni reconoció al ex candidato presidencial ni entendió muy bien el sentido de la petición por lo que asintió rápidamente. Siguió entonces con la perorata sin darse cuenta que el objeto de su reprimenda había cambiado, mientras su marido tomaba un vaso de agua que gentilmente le acercó una asistente de Mockus y respiraba profundo.
Una vez se percató de a quién tenía en frente, la protagonista de la historia, luego del natural susto inicial, le ofreció disculpas para luego pasar a un «yo a usted lo respeto mucho porque nos enseñó cultura y a cruzar por las cebras y todo eso y lo de los mimos que lástima que no volvieron, pero tiene que entenderme, es que le digo y le digo a este desgraciado y es como si le entrara por un oído y le saliera por el otro, ¡cínico!».
Paciente, Antanas se aguantó el resto del discurso para luego invitarla a una dinámica pedagógica en compañía de su marido. Esta incluyó el consabido ejercicio de demostración de confianza con uno de los dos desplomándose de espaldas, así como una serie de golpes de todos los calibres a una pera de boxeo que el equipo de Corpovisionarios conserva en el sótano de las oficinas. Por último, luego de lanzarle cada uno al otro un vaso con agua, vino el esperado gesto de reconciliación.
Minutos después, Mockus dio una improvisada rueda de prensa acompañado de ambos cónyuges en la que afirmó que tal vez lo que le falta a Álvaro Uribe es simplemente cantaletear a Juan Manuel Santos para luego lograr un perdón como el que acababa de facilitar. Para terminar, anunció que su nueva iniciativa será la de promover dicho escenario a la mayor brevedad posible.
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