Mediante un extenso y sentido comunicado la cancillería del país europeo protestó por lo que calificó una ofensa sistemática por parte de aficionados en particular colombianos a la honra de su pueblo.
«Nosotros, que harto sabemos de que nos pasen por encima -en alusión a la primera y segunda guerras mundiales- aun así creemos que la asociación inmediata que una y otra vez hacen los nacionales de distintos países, pero en particular Colombia, de nuestro gentilicio con el miembro masculino es francamente intolerable».
Un vocero aseguró que dicho trato es injusto con más de 11 millones de belgas de bien que a diario madrugan para hacer de este pequeño rincón multicultural del norte de Europa un país próspero. No es justo que por un ‘bobalicón juego de palabras que para nada refleja las innumerables virtudes de este país la imagen del mismo quede reducida a un chiste verde y, sobre todo, flojo, muy flojo».
La misiva apunta a una «creciente y no menos preocupante infantilización de la vivencia deportiva» asunto que será tratado la semana entrante en el parlamento europeo con sede, justamente, en Bruselas. .