Publicado el por en Bogotá.

En misiva dirigida al pleno de la confederación de capos de las distintas redes de distribución de narcóticos que detentan el poder político en la República Independiente del Bronx, enclavada en pleno centro de Bogotá, la Cancillería solicitó respetuosamente una reunión exploratoria con el fin de activar los canales diplomáticos pertinentes para así, en el mediano plazo, evaluar la posibilidad de establecer el requisito de la visa a todos los ciudadanos colombianos que se desplacen a dicho territorio.

La carta fue entregada esta mañana por un alto funcionario de la entidad al subsecretario de asuntos externos del Bronx, alias ‘Refrigerio’ en reunión posterior a la tradicional ceremonia del cambio de guardia del cuerpo de sayayines responsable de la salvaguarda de las fronteras del pequeño Estado-olla.

«Sí, sabemos que lo habitual es lo contrario, pedir que quiten la visa, pero en este caso tenemos la convicción de que fijar dicho requisito resultará en un gana-gana para ambos Estados», declaró un vocero de la entidad. «Puede que su sector servicios se vea lesionado al contar con menos demanda por parte de menores colombianos, pero a cambio les ofrecemos la información sobre hábitos y preferencias de consumo que recaudemos entre los solicitantes, y esta será fundamental para segmentar su clientela y así poder ofrecer productos personalizados que les permitan de una buena vez consolidarse como cluster líder en narcóticos, armas, repuestos y documentos ‘truchos’ y prestación de servicios sexuales no convencionales a nivel incluso continental».

Aunque en la actualidad existe una política de frontera abierta, en teoría, las trabas -burocráticas- que los sayayines migratorios suelen ponerle a funcionarios y policías colombianos cada vez que intentan adentrarse en su territorio han permitido que numerosos internacionalistas hayan planteado en instancias académicas la existencia de una visa de facto para los colombianos que desean viajar al Bronx, muchos de ellos, valga la paradoja, para viajar en el Bronx.

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