Publicado el por en Bogotá.

Con normalidad avanzaba esta mañana un debate entre los aspirantes a ocupar el Palacio Liévano a partir del próximo primero de enero convocado por una reconocida emisora.

Entre las puyas, reproches y ataques de rigor se desarrollaba la discusión hasta que algo inesperado ocurrió. La moderadora le pidió a cada uno de los presentes -estaban los nueve candidatos- «su postura, sin matices, frente al problema del mal servicio de los taxis amarillos, el poder de Uldarico Peña y el auge de Uber».

Según cuentan los presentes, al interrogante le siguió un tenso silencio. «Peñalosa miró a Pardo, Pardo a Clara, Clara otra vez a Peñalosa, De Roux a Pardo, Vernot a Maldonado. A Pacho no lo miraron porque estaba pegado de su celular creo que jugando Candy Crush», declaró uno de los técnicos presente en el recinto.

«Uno de ellos, creo que fue Pardo movió una ceja, y como que todos entendieron y salieron pero cómo alma que lleva el diablo ¿oiga?, también Pacho al que se lo llevó en hombros Carlos Vicente», complementó.

Al parecer, a las afueras de la emisora los esperaban dos taxis, uno de ellos el que usó Rafael Pardo para ir a inscribir su candidatura. «A uno lo manejaba un señor vestido como en esas películas que dan en TNT, todo de traje de paño viejo y de bigote como el del general Palomino. En el otro casi no caben, le tocó a Clara llevar a Pacho en sus piernas», concluyó la fuente.

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