Publicado el por en Economía, Judicial.

No solo en las multinacionales tienen lugar movimientos a nivel gerencial que llaman la atención de la prensa especializada. También en el submundo de la ilegalidad se registran curiosas movidas dignas de ser registradas.

Es el caso de alias «Chequechimbo», reconocido capo de la minería ilegal del bajo Cauca antioqueño que en días pasados abandonó su antigua vida para montar una modesta oficina en el sector de Unilago en Bogotá. Desde allí planea dedicarse a una actividad que, asegura, le puede reportar ingresos muy superiores: el tráfico ilegal de bases de datos personales.

Conocido por su capacidad para amedrentar no solo a la población civil sino a cualquier actor armado que intentara colarse en su territorio, «Chequechimbo» sabe que en este negocio las cosas son a otro precio, pero asegura tener ‘talante guerrero’ y no duda que tarde o temprano llegará a la cúspide.

«Es que eso allá en Caucasia se puso caliente, ¿oiga? No solo porque el sol pegaba bravo, sino porque ya tocaba andar muy abeja todo el día. Yo un día conversando con una retro que, dígame loco, era mi parcera y me hablaba pero por la mente lo decidí: mejor dedico el resto de mis días a algo menos azaroso y que me de más billete, que es para lo que yo vine a este mundo, y aquí me tiene».

Aseguró que después de contemplar la posibilidad de incursionar en otra minería, la de bitcoins, ‘echó números’ y descubrió que este negocio era más rentable.

«Ya no tengo que embarrarme, ni boletearme: esto es alta gerencia ome gonorrea ome: aquí te tratan todos de doctor, como debe ser. Por fin». Asegura estar muy satisfecho pues sus negocios ya no los cierra con otros capos o con peligrosos e impredecibles mafiosos mexicanos, sino con gerentes de empresas legales pero inescrupulosas así como de muchas instituciones financieras que son quienes hoy por hoy nutren este tráfico que ya desplazó al de armas, al de droga, al de arte y al de especies silvestres como el más apetecido por los criminales en el mundo dado su bajo perfil y a sus astronómicas ganancias.

«Es que mirá, ni siquiera tenés que hacer nada torcido: ahí tenes esa fila, es gente que está llenando un formulario de seis páginas a cambio de una chocolatina jet ome gonorrea ome».

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