Los gobiernos nacional y distrital anunciaron hoy que es altamente probable que se decida cerrar la capital durante los cuatro años que duren las excavaciones para construir el metro.
Así las cosas, desde ya los bogotanos deberán tocar puertas de amigos o familiares en otras ciudades para que los alojen durante este lapso. Para ello el Distrito se comprometió a entregar sleeping bags, colchonetas y galletas con el fin de que los bogotanos le causen la menor molestia posible a sus anfitriones y puedan «llegar al menos con un detallito», según afirmó un alto funcionario de la alcaldía. Quienes no consigan hogar sustituto deberán recurrir al programa «Un techo para un rolo» que busca acondicionar los salones comunales de unidades residenciales del todo el país para albergar a la población capitalina.
«Sabemos que es una medida sin antecedentes, pero cada vez le vemos más virtudes. Es un asunto de sentido común: con la gente pitando y furiosa, los obreros se estresan y su desempeño cae hasta en un 40%. En cambio, en silencio, sin presiones, pueden rendir hasta en un 110%, de tal forma que lo previsto para construirse en seis años se puede hacer en cuatro», declaró el mismo funcionario.
«Se trata de un desplazamiento, sí, pero voluntario y en busca del progreso, el desarrollo y, por ende, la felicidad. Cómo quisiéramos que todos los casos de desplazamiento del país fueran de este tipo», complementó un alto funcionario del Ministerio de Hacienda.
Desde ya se ha establecido que Millonarios jugará de local en Ibagué, mientras que Santa Fe lo hará en Tunja y Equidad en Neiva. De la mudanza masiva no se salvará ni el Presidente que deberá despachar desde la casa de huéspedes de Cartagena. Ante la insistencia de funcionarios distritales con marcado sentido social, los ladrones de Transmilenio serán reubicados algunos en el Metro del Medellín mientras que los restantes en el Megabus de Pereira, el Metrolínea de Bucaramanga y el Transmetro de Barranquilla.
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