Las protestas por una supuesta monopolización de los locales y mercancías del populoso sector de San Victorino en la capital de la república por parte de hombres de negocios chinos tuvieron un giro inesperado esta mañana tras conocerse que los que estaban ejerciendo prácticas comerciales ilegítimas eran en realidad 400 empresarios emprendedores e innovadores paisas que se habían operado los párpados para parecer oriundos del gigante asiático y así no despertar suspicacias entre los nativos.
«Algunos comerciantes antioqueños son conocidos en el país por su visión empresarial ventajosa, y esto ha hecho que los connacionales tengan prevenciones a la hora de hacer negocios con ellos, pues sienten que el paisa de alguna forma va a tumbarlos. Posiblemente por esto, algunos de ellos optaron por operarse los párpados con el fin de parecer chinos y hacer que los propietarios de locales no sospechen y puedan establecer relaciones comerciales con ellos», manifestó esta mañana Santi Vives-Lacouture Dangond, funcionario del ministerio de comercio exterior, a cuyo despacho llegaron las denuncias por prácticas comerciales ilegítimas.
El descubrimiento de la suplantación se dio tras la aparición esta mañana de cientos de personas de rasgos orientales con camisetas de nacional. Los comerciantes del sector sospecharon y pusieron una trampa con media botella de aguardiente antioqueño. Una hora después, esta apareció con 50 supuestos comerciantes chinos pegados, uno de los cuales gritaba «soltáme gonorrea home», lo cual confirmó inmediatamente las sospechas de la suplantación.
Aunque los supuestos comerciantes chinos fueron consignados a las autoridades, no se configura en este caso ninguna conducta punible, pues en palabras del funcionario del mincomercio: «En Colombia ser vivo no es ningún delito.»