Cada vez son más los colombianos que recurren a un coach de trámites burocráticos en el marco de una nueva tendencia que llegó para quedarse.
«Ahora hay coachs para todo: que para el liderazgo, que para el amor, que para la crianza de los hijos, que para el cambio de aceite, ¿cómo no iba a haber para un asunto que toma el 65% del tiempo de los colombianos?», afirma Cadapel Mazzo, experto en bioinnovación ítalo-argentino, artífice del nuevo servicio.
Según Mazzo, la labor del coach o personal form-filler se encamina a descubrir el potencial de enriquecimiento personal de cada una de las «vueltas» que a diario padecemos. «Si lo tomás desde la hermenéutica de los minerales de nueva generación, una búsqueda de un certificado de tradición de un predio tiene todo el potencial para detonar a su vez una búsqueda personal de los karmas que hay en tu parcela familiar para llegara a una sanación feliz de la mano de tu tramitador interior», explica.
«Tú tienes dos opciones: afrontar la renovación del RUT como un suplicio y cargarte de mala energía o agradecer al gestor energético universal que ha puesto en tu camino por esta dimensión una oportunidad de renovación, sí, de un documento, pero también de todo tu registro interno de tributos energéticos a tú recaudador de vibraciones interior, que es tu mediador con el todo cósmico, al que finalmente nos debemos, eso es lo que pretende lograr en tí el coach«.
Concluye Mazzo que esta no es una tarea fácil. Que es necesario un trabajo continuado, por varios años en compañía del coach. «La idea al final es crearte como tu propio proveedor de luz. Y esto, déjame decirte, es mucho más difícil que crearte como proveedor de cualquier empresa. Incluso de las que te piden hasta examen de conciencia».