Publicado el por en Detodito.

El relevo en la dirección de Parques Nacionales trajo consigo una nueva era para el parque nacional natural Chiribiquete.

«La idea es reinventarse», aseguró una fuente de esta entidad. «Que sea un parque de todos, no solo de unos pocos bogotanos ricos, progresistas, entusiastas del homeschooling y la ayahuasca y a veces incluso de ambos al tiempo».

El parque pasará a denominarse Chiribi-k-t extremo y contará con atracciones mecánicas de última generación además de decenas de canchas sintéticas de fútbol, cajeros electrónicos y estaciones de co-working. Todas tendrán un fuerte elemento de identidad colombiana. Se destaca una en la que los visitantes podrán sentir la angustia de un transmilenio a reventar que se parte por el fuelle.

«Dejar la selva como está, así de enmontada da una pésima imagen del país. De salvajismo y falta de progreso. Además, está demostrado que donde hay dejadez, maleza, florece el comunismo. Si ponemos al parque a dar utilidades, desaparece ahí mismo el comunismo y con él cualquier riesgo de homosexualismo o, peor, vegetarianismo en la zona. Se limpia y sin tener que pagarle a alguien que lo haga, como tocó en otros lugares con el peligro de que después Petro te haga escándalo por eso», añadió el vocero. Quienes no quieran trabajar con nosotros se les invitará cortésmente a vender sus predios a cambio de una bicicleta y un teléfono inteligente. «A los que se resistan a ambas alternativas, pues se les matoneará como Dios manda por elegir ser pobres», añadió un recién contratado asesor externo del sistema nacional ambiental.

Trascendió además que los famosos petroglifos, considerados ahora expresiones vandálicas primitivas, serán pintados de gris por alianzas público-privadas. Por su parte, las canchas de fútbol sintéticas contarán, por supuesto, con un árbol plantado frente a cada portería para mantener el equilibrio del ecosistema

Al parque se podrá acceder por una variante de la vía Panamericana, siempre y cuando se resuelva pronto el litigio por el uso de dicha denominación para la carretera y, general, para toda una región del planeta. La nueva propuesta tendrá un componente pedagógico. En aulas con aire acondicionado se le fomentará a los niños la importancia de cuidar las selvas de cemento para evitar la desaparición de la civilización bien.

Entre las novedades se destaca también:

-«Glifosato Experience» en la cual los visitantes podrán sentir el vértigo de montar en una avioneta de fumigación. Los aviones turbo-trush especialmente equipados con asiento de pasajero estarán decorados con motivos alusivos a la guerra contra el narcotráfico

-Cocinero por un día. Raspa tu mata, procesa la hoja y llévate un cubito de pasta para procesarla en casa y aspirarla en el baño. Eso sí, con la puerta cerrada.

-Un enorme parqueadero que los lunes, día de descanso del parque, sirva como pista de aterrizaje para que entren hamburguesas y salgan productos de nuestra selva.

-Las canchas de fútbol sintéticas contarán, por supuesto, con un árbol plantado frente a cada portería para mantener el equilibrio del ecosistema

-Cada que haya temporada de lluvias se realizará un festival de música alternativa, «pero emprendedora y bien», siguiendo los cánones de la economía naranja. Se llamará Chiribipicnic.

«El nuevo Chiribiquete quedará tan bonito que próximamente se podrán ver venados», expresó, entusiasmado, uno de los promotores de la reinvención.

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