Las medidas anticonceptivas para reducir el número de palomas que afectan plazas públicas y monumentos en Bogotá no han podido ponerse en marcha, debido a que el primer pedido de preservativos entregado al distrito resultó de una talla mayor a la requerida.
Son 10.000 condones importados de China con los que se pretendía controlar la sobrepoblación de palomas. Estos anticonceptivos iban a ser puestos en cada pájaro por voluntarios animalistas. Sin embargo, en la primera jornada se encontró que no eran efectivos debido a su talla.
«La licitación decía claramente que se contrataba la compra de preservativos de látex estriados para pájaros pequeños. Aunque eso dicen las cajas, los condones se caen y no cumplen su función», manifestó Ingrid Cabral, directora de la Sociedad Benefactora de Palomas (Sobapalo).
Estas aves son acusadas de portar bacterias y de deteriorar las fachadas de los edificios con sus excrementos. Hace algunas semanas Noticias Uno reveló las propuestas de los concejales para enfrentar este problema de salud pública. Entre ellas, ponerles música del Binomio de oro o asarlas para alimentar exhabitantes del Bronx.
Se espera que el seguro contractual con la importadora permita corregir el problema y traer un nuevo cargamento de condones que se adapte al tamaño real de esos pájaros. Mientras tanto, se pidió a las aves usar otros métodos anticonceptivos, como la abstinencia.