En una decisión que desde ya levanta polémica, Transmilenio S.A. y la alcaldía menor de la localidad de Santa Fe acordaron que dicha estación llevará el nombre del centro de diversión nocturna aledaño a partir de la próxima semana.
Saliéndole al paso a las críticas, un vocero autorizado de la alcaldía afirmó: «Yo sé que esto no le va a gustar a todo el mundo, pero hay que ser realistas, aquí manda el uso, no la imposición institucional, y se trata de hacer al TM un medio de transporte más humano, en consonancia con los postulados de esta administración. Queremos que las estaciones pasen a llamarse como la gente en su día a día las llama. Ahí yo le pregunto a usted, señor reportero, si se va a poner una cita aquí, ¿dice se vean en la estación calle 22 o en la de la piscina? A ver, sincerémonos pues…».
Como era de esperarse la primera en poner el grito en el cielo fue Florence Thomas, «esto es un exabrupto, no puedo creer que una alcaldía que se dice progresista permita que se eternice y de paso se borre olímpicamente toda la carga de opresión y maltrato que arrastra ese antro de mierda…bah, la verdad es que ya a esta edad nada me sorprende de este país patriarcal, de machitos buchipluma», remató.
Por su parte, el concejal Juan Carlos Flórez, aunque valoró el esfuerzo por vincular los usos del suelo con la toponimia del transporte masivo, dijo que le parecía desafiante, «como todo lo de esta administración», empezar justo por la Piscina. «Bien podrían haberle puesto ‘Mariachis’ a la de la 57 y de paso se le daba realce a ese patrimonio cultural de la ciudad».
Ante las críticas, una fuente de la administración distrital nos confirmó que al tiempo con el anuncio del cambio de nombre se informará que a la polémica pileta se le dará un uso deportivo en las mañanas. El IDRD la utilizará para formar a las divisiones menores de la natación bogotana en un esfuerzo por restarle carga erótica a la denominación. De entrada se descartó ofrecer clases de clavados por obvias razones.
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