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Al resolver en última instancia una tutela a través de la cual Marlén Buitrago quiso, «a nombre de todos lo perritos y perritas, incluidos los perritos bi y las pertitas trans, del país que se les protegiera el derecho fundamental a la igualdad y al buen nombre», el alto tribunal, en fallo conocido ayer a través de un comunicado -el texto completo se conocerá en marzo de 2029-, prohibió el uso de la expresión «le fue como a perros en misa».

Tal lugar común de la sabiduría popular queda, por lo tanto, a partir de la fecha, proscrito de «cualquier espacio de expresión, sea público o privado, ni hablar, desde luego, de documentos o pronunciamientos de carácter oficial».

En su pronunciamiento, el alto tribunal cita la reciente ley de protección animal aprobada por el Congreso que marcó un hito en la materia al declarar a los animales «seres sintientes». «Al ser seres sintientes son inmediatamente sujeto de derechos fundamentales, por tal razón, la expresión, perros en misa o en cualquier otro espacio de culto, sea eucaristía católica, alabanza evangélica, bar mitzvah judío o discurso de Uribe, constituye un acto de discriminación evidente además de incitar abiertamente a la violencia en tiempos en los que el país se encamina hacia un posconflicto, es decir, mil años en los que el demonio de la violencia permanecerá atado y todos nos regocijaremos en un paraíso de mermelada».

En el comunicado, por último, se hace abierta alusión al pronunciamiento del papa Francisco que el año pasado pidió admitir a los caninos en misa.

Con la colaboración de Licet Arrieta. 

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