Con motivo de la Semana Mayor, la multinacional Quala relanzó su campaña a favor del champú sin sal. En esta ocasión, los científicos dedicados a la investigación capilar decidieron hacer las pruebas con la mítica estatua del Cristo al que le crece el pelo y que se exhibe en la iglesia San Francisco en el centro de Bogotá.
Para el experimento, los científicos contaron con el permiso del Vaticano. En un comunicado, el Papa Francisco declaró que este tipo de iniciativas fortalecen la relación de Dios con los creyentes pues humaniza los problemas de Cristo y los pone en una perspectiva moderna. “No es fácil ser piadoso cuando el clima y la deshidratación atacan los folículos pilosos”, declaró el Sumo Pontífice quien además complementó: “desde que vivo en Europa he podido comprobar los beneficios del champú sin sal”.
Con la autorización en mano, los científicos graduados del Instituto para el Desarrollo de Nuevos Productos Mercadeables del Primer al Tercer Mundo llegaron a la iglesia San Franciso, bajaron el al Cristo y en la pila bautismal hicieron el lavado correspondiente con agua bendita. El sacristán de la Iglesia fue el encargado de dar su veredicto. Según él, gracias al champú sin sal, Cristo ahora cuenta con un pelo humectado, brillante, libre de sebo, polvo y residuos de la catedral. Pero la celebración no paró ahí. Para hacer que el experimento fuera mucho más solemne y colorido, el Instituto contrató al reconocido estilista Norberto quien fue el encargado de hacerle el blower y darle el volumen, textura y cuerpo que el pelo santo necesitaba.
Según Nikola Gama, científico, creativo y director de esta campaña, no sólo era muy importante demostrarle a los fieles que su champú cuenta con propiedades que benefician hasta a los más cercanos a Dios, sino también tender un puente entre la Iglesia y la población en condición de cepillado. Por esta razón, decidió también regalar lavados en pila bautismal y blowers a los feligreses y feligresas que se acerquen a la Iglesia en los días santos.
Se espera que esta alianza entre la ciencia y la Iglesia dé buenos resultados y el pelo que le crece al Cristo se mantenga abundante, libre de frizz y con volumen.
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