Luego de la consternación que produjo la noticia del robo del ejemplar de la primera edición de Cien años de soledad que se exhibía en el pabellón de Macondo de la Feria del Libro de Bogotá, se acaba de conocer que este reapareció hace contados minutos tan misteriosamente como fue sustraído.
Desafortunadamente no se puede decir que fue devuelto en perfecto estado, pues en sus páginas aparecen varias palabras tachadas y una que otra marca propia de los textos que pasan por las manos de un corrector de estilo.
Una hoja encontrada dentro del libro contiene un comunicado firmado en esfero rojo por la «Columna Móvil Cleóbulo Sabogal». El texto, redactado impecablemente, asegura que llevaron a cabo esta acción con el fin de corregir errores imperdonables en el uso del castellano que se han perpetuado y que han pasado impunes desde 1967, año de publicación de la obra del autor colombiano. Así mismo, dicen que han tachado «en las páginas y, ojalá en toda la obra y memoria del nobel, las palabras que, como «mierda» se han popularizado gracias en buena medida a la acogida de la obra de García Márquez, sembrando así una de las semillas de la decadencia moral de esta sociedad».
«Espero que esta gente se haga famosa rápido, para que el libro vuelva a tener algún valor. Porque así como lo devolvieron apenas sirve para arrancar las hojas y ponérselas debajo a la jaula de mi hamster», declaró, resignado, su propietario, el librero Álvaro Castillo.
Al parecer, dicha agrupación estaría compuesta por correctores de estilo fundamentalistas y usuarios de Twitter que viven con sus madres y que dedican por lo menos 18 horas del día a detectar trinos con errores de gramática, ortografía o sintaxis para proceder a matonear sin piedad a su autor.
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