La solución al problema de llantas abandonadas que inundan la capital por fin se ve a la vista, gracias a una nueva medida que faculta a la alcaldía para declarar monumento de interés cultural, histórico, estético y patrimonial a todos los arrumes de llantas de la ciudad.
De esta forma, al goza de este estatus, las llantas podrán permanecer eternamente en el lugar que fueron abandonadas ya no como basura, sino como pieza digna de ser admirada y cuidada por todos los bogotanos y quienes visitan la ciudad.
En palabras del vicesecretario de cultura antimafiosa e incluyente (e), Marco Vinicio Chillán, «Las llantas abandonadas eran, además de un ataque sistemático de las mafias, un problema en la ciudad porque las empresas de aseo no están facultadas para recogerlas y porque básicamente nadie tiene un plan de tratamiento de este tipo de residuos. Ahora, al declararlas monumento, nadie tendrá que recogerlas, podrán permanecer eternamente en el lugar donde estén y al mismo tiempo se le hace un aporte a la cultura de la Bogotá Humana.»
Los monumentos a la llanta usada constan de un pequeño obelisco en concreto con una placa conmemorativa en bronce. El obelisco con la placa se instalará en cada uno de los arrumes de llantas abandonadas que pululan por toda la ciudad, y tras una breve ceremonia de inauguración con taitas muiscas capacitados como tal en la seccional del Sena en Guatavita, quedarán oficialmente convertidos en monumentos.
«Invitamos a todos los bogotanos y bogotanas progresistas a que se apropien de estos nuevos monumentos y los grafiteen, vandalicen, rayen o desvalijen, como es la política de esta administración incluyente, antimafiosa y para todos y todas», concluye Chillán.
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