Una preocupante sangría de cuidacarros se viene presentando en los últimos meses luego de que el emirato de Dubai pusiera sus ojos en quienes desde hace décadas desempeñan este oficio tradicional en calles, bahías y andenes del país.
Al parecer la emigración masiva habría comenzado el día en el que uno de ellos le dijo a un jeque de visita en Bogotá «bien cuidadito majito lindo», lo cual habría generado sonrisas y curiosidad en el foráneo quien indagó a su anfitrión -un reconocido empresario- por el oficio que desempeñaba el sujeto.
La descripción del rol entusiasmó al dubaiti, quien olió una oportunidad de negocio dado que en su país la inseguridad callejera viene al alza en los últimos años, fenómeno que algunos atribuyen a la gran cantidad de inmigrantes de países vecinos que han llegado a sus calles, pero sobre todo a la nula disponibilidad de mano de obra entre sus connacionales para tareas como esta.
Lo cierto es que del asunto se ha venido hablando en voz baja en los pasillos del Ministerio de Defensa. «Es preocupante. Les ofrecen propinas de a 100 dólares por carro además de trapos de gamuza y chalecos reflectivos climacool, acá jamás podremos llegar a eso», aseguró un vocero del Viceministerio de Seguridad Ciudadana.
Curiosamente las primeras en notar la ausencia de estos personajes en lugares clave de las ciudades fueron mujeres, muchas de las cuales comenzaron a extrañar algo al bajarse de sus carros. Ese algo, luego de mucho pensarlo resultó ser la mirada escrutadora y el respectivo piropo de quien quedaba a cargo de la integridad de su vehículo.
«El aporte del cuidacarros al país tiende a ser subvalorado. Pocos caen en cuenta que si no fuera gracias a Boris Candela, un cuidacarros, Colombia se habría quedado en el achique y en el agrande del Bolillo y sus amigotes, viento todos el mundial por televisión. Lo invito a revisar también cuántos carrosbomba han sido desactivados gracias, precisamente ‘al aviso del cuidacarros del sector’ o cuántas mujeres han obtenido información fundamental para poner en evidencia el adulterio de su marido gracias, de nuevo, a información proporcionada ‘por el cuidacarros del sector'», aseguró José Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana y experto en fenómenos culturales y seguridad urbana.
Enterada del hecho, la Administración Distrital de Bogotá informó que pondrá en marcha un plan de contingencia consistente en acelerar su exitoso programa de conversión de calles y andenes en parqueaderos para así crear nuevas vacantes y una mayor competencia que redunde en beneficio de la remuneración que reciben estos «líderes de seguridad popular, cooperativa antisistema y antimafiosa», como piden que sean llamados.
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