“Aimar, Bergoglio, Cáceres, D’Alessio, Enriquez, Fontanini, Guevara, Hammet…” No es la alineación de un equipo de fútbol argentino. Es la lista de párvulos encontrada en el archivo de la escuela Héroes del Mañana en San Isidro, Provincia de Buenos Aires, Argentina, que encontró hace menos de un mes Horacio Maidana, biógrafo argentino de Jorge Mario Bergoglio, al seguir los pequeños pasos de la infancia del Sumo Pontífice.
Maidana, descubrió que el pequeño Jorge Mario, fue compañero de Ernesto Guevara, quien con los años, llegaría a convertirse en el mismísimo “Che”. Tras el descubrimiento, Maidana llamó al Vaticano, La Habana y finalmente a Filadelphia, donde pudo hablar con el Papa.
“Es cierto que estudié con Ernestico, un gran pibe, sin duda influyó en mi pensamiento social, el cual se le veía a leguas. Solía golpear a los chicos que traían muchas galletitas para dárselas a las chicas que no traían nada. Lástima que el Señor tenía distintos caminos para los dos: yo me fui por la iglesia y él por la revolución; mientras yo me aprendía el Padre nuestro, él armaba quilombo. Recuerdo que organizó una manifestación armada de bolas de plastilina y papel, untadas de témpera que, bajo el lema kelemo ma lecleo, debían ser lanzadas contra las políticas represoras de la profe. Yo, al contrario, me retiraba a un rincón a orar para que ese día nos dieran cinco minutitos más de juego” dijo el Sumo Pontífice.
El libro de Maidana se llamará Pancho Papa Pobre, y desde ya, promete tocar a fondo ésta y muchas más facetas desconocidas del máximo jerarca de la Iglesia Católica.