Una polémica decisión tomó hoy el Concejo de la capital paisa al aprobar un acuerdo promovido por la administración municipal que prohíbe las celebraciones de cumpleaños que involucren este tradicional objeto.
“En Medellín estamos unidos por la vida, y para defenderla hay que ser innovadores, es lo que nos corresponde como ciudad más innovadora del universo. Por eso junto a campañas para disiminuir homicidios, tenemos que apuntarle a escenarios culturalmente legitimados por décadas en los que se irrespeta la dignidad humana”, explicó un vocero de la oficina de innovación social de la alcaldía.
“Por décadas la rotura de la piñata ha sido un caldo de cultivo y reproducción del matoneo. En la exposición de motivos incluimos un estudio con resultados contundentes: nueve de cada diez encuestados aseguró que en algún momento de su infancia vivieron experiencias traumáticas tales como codazos, pisadas de cabeza, palazos o arrebatada bajo amenaza del botín recaudado por parte de niños y niñas mayores. Definitivamente es hora de ponerle coto a esto”, añadió.
“El de un pobre infante con los ojos tapados, un palo en la mano y una multitud abuchéandolo es un ritual francamente medieval, es inconcebible que una ciudad que se dice a la vanguardia, locomotora de la posmodernidad colombiana siga con estos lastres que impiden que se adentre en el futuro”, añadió José Jaime Piedrahíta, concejal del partido Liberal.
Según se lee en el articulado del acuerdo, se buscará reemplazar esta tradición por talleres de liderazgo e innovación en las celebraciones de cumpleaños de los niños. La norma también faculta a la Policía para decomisar las piñatas y proceder a su destrucción en los CAI valiéndose de sus bolillos de dotación. Por presión del partido Conservador a última hora se incluyo un párrafo en el que se hace extensiva la veda a las sexy-piñatas con condones y otro tipo de accesorios sexuales muy frecuentes en ambientes oficinisticos.
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