Momentos de tensión se vivieron hoy en el Club Campestre de Cali al sorprender Robert Farah a su pareja, Juan Sebastián Cabal, en el que expertos no dudan en calificar de un episodio de infidelidad.
Todo ocurrió cuando un Farah eufórico irrumpió en las canchas de tenis con la buena nueva de su absolución por parte de la Federación Internacional de Tenis tras un señalamiento de dopaje.
Inmediatamente ingresó en la zona reservada para el deporte blanco, la mayoría de los allí presentes fueron presa del nerviosismo. Solo algunos despistados que desconocían la gravedad de lo que estaba por ocurrir se sumaron a la euforia de Farah y saltaron a abrazarlo, pero no fueron más de tres.
¿Qué pasa, ve? ¿No les alegra?, preguntó el reciente campeón de Wimbledon en la modalidad de dobles al ser consciente de que todos lo evadían y concentraban sus miradas en las pantallas de sus celulares. ¿Dónde está Sebas?
Fue entonces cuando el padre de Farah lo abrazó y lo condujo a la cancha donde Cabal entrenaba junto a otro tenista cuyo nombre nos reservamos. Detrás de ellos, el popular presentador del nuevo programa ‘Cheaters, wild on Colombia’, Joey Greco, y, unos metros más atrás, corriendo aparatosamente debido a sus altos tacones, y con su pupila dilatada, Vicky Dávila.
Lo ocurrido a continuación incluyó momentos dramáticos, persecuciones y cuerdas de raquetas reventadas. Un sonidista del equipo de Greco recibió un fulminante impacto de un servicio en su mejilla derecha. Como era de suponerse, no tenía EPS ni ARL. Calmados los ánimos, Farah, sin superar del todo el trauma, optó por secarse las lágrimas, respirar profundo y descargar Tinder Sports para, por esta vía, sacarse el clavo.
