Ocurrió en el centro médico “Vidavitalsegura y sana” de la ciudad de “La Dorada”, departamento de Caldas. A este centro hospitalario llegó un ciudadano que pidió no ser identificado luego de sufrir un balazo por razones que la misma víctima explicó como “gajes del oficio”. Cuando fue atendido, el medico le pidió que cerrara los ojos y abriera la boca y el paciente, con cierta desconfianza, entrecerró los ojos.
Acto seguido, según muestra el video, el especialista sacó de su bolsillo una menta “Tru-Tru” llena de mota, tal y como lo describió luego el paciente, y,después de metérsela en la boca, le dijo , “esa pastilla es una prueba que estamos haciendo con un laboratorio alemán que le cura el dolor inmediatamente”.
El director del centro médico asegura que estos son hechos aislados y que por lo general las mentas recetadas nunca tienen mota. Añadió que, en cualquier caso, un balazo le deja un sabor amargo a cualquiera y que el ciudadano debería antes agradecer que no le dio dos ibuprofenos.
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