En el barrio Cevillar del área metropolitana de Barranquilla, una familia vive un drama desde hace más de 15 años con cuya solución nadie se ha querido comprometer.
Julio Mario Mojica es un joven de 16 años que sufre de «falta de ritmo» a la hora de bailar cualquier tipo de género musical. Sus familiares, consternados, han tenido que ver como el ahora adolescente desde su más tierna infancia ha sido objeto de burla de sus amigos.
“Eche, siempre hemos visto al pelao tratar de tener swin pero es que no se compone, se mueve más un alkazelser en un kumis nojoda”, asegura su padre. “Nosotros vemos que sus primos bailan champeta y las pelaitas son felices, pero es que él se va mover y la gente de una llama a los paramédicos porque ajá, piensan que al pelao le está dando es un ataque”.
Ante tal martirio, la familia decidió emprender una dura batalla legal contra la EPS para que le apruebe al joven un tratamiento que incluya clases de baile y unos zapatos ortopédicos para que, mientras se acostumbra, tendrá la sensación de estar moviéndose con ritmo.
Sobre este terrible caso, la alcaldía de Barranquilla publicó un polémico comunicado, anunciando que la mejor manera de solucionar el problema era sacrificando al joven. “Barranquilla, Curramba la bella, no puede permitir que con logros tan importantes como ser cuna de Miss Universo, Shakira o Sofia Vergara, llegue a ser opacada o mancillada por una tamaña mancha, de ahí que lo mejor es proceder con una decisión que, aunque dolorosa, estará en sintonía con el bien común y con la imagen de la ciudad en el exterior que es lo más importante».
Por último, trascendió a última hora que Nerú se ofreció a dictar clases personalizadas en su casa acompañadas de una lectura de la Biblia. No obstante, a los padres del muchacho no les pareció conveniente que tomara dichas lecciones los viernes a las 10 de la noche.
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