Publicado el por en Cali, Salud y bienestar.

Muy preocupado se encuentra el alcalde Maurice Armitage por la escasez del tradicional fruto afrodisiaco en las calles de la Sultana del Valle, a pocas semanas de iniciarse la Feria de Cali de este año.

Al ser interrogado al respecto, el mandatario respondió: “Los cultivos de la zona han sido atacados por una plaga de insectos, el clima no ha sido benévolo y, para completar, todas las reservas de producto que teníamos se consumieron en agosto durante el festival Petronio Álvarez, ¡eso fue mucha calentura, firma!”, expresó con voz quebrada y al borde de las lágrimas el burgomaestre.

Por su parte, Soledad de la Concha, turista española que arribó al país por Buenaventura en un crucero para cuarentones solteros manifestó: “Esto es increíble, ¡me siento timada! En el folleto del viaje nos prometían conocer los efectos de ese fruto maravilloso, pero hasta ahora nos dicen que no hay, y todo ha sido demasiado flojo y frio, la experiencia ha sido totalmente flácida, fofa, endeble y muy corta en todos los sentidos, la fama de fogosos que tenían los habitantes de esta tierra ha quedado para mí, literalmente en el piso”.

Mientras tanto, Albeiro Carabalí, vicesubsecretario de turismo y coordinador de patrimonio humano del municipio, le dijo a Actualidad Panamericana: “Vamos a poner en marcha un plan de contingencia para producir cantidades industriales de arrechón y tumbacatre, con la esperanza de que en ausencia del chontaduro estos productos logren satisfacer las necesidades de propios y visitantes; la tasa de natalidad que tradicionalmente aumenta en el mes de septiembre como producto de la feria del año anterior se nos va a ir a pique. Si no encontramos un sustituto nos va a tocar deshacer los contratos que ya teníamos firmados con las fábricas de pañales y con más de 500 parejas de extranjeros que estaban dispuestas a adoptar a las bendiciones no planeadas que abundan en esa temporada”, añadió.

En las calles el ambiente es de tensión, las tradicionales platoneras han tenido que cambiar el chontaduro por la venta de películas piratas de Esperanza Gómez y de las sesiones del congreso “porque en ambas cogen a todo el mundo y ¡tin! Tome pa’ que lleve”, manifestó finalmente Eulalia Viáfara, chontaduróloga ancestral.

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