Tras el operativo de ayer en el que se descubrió una imprenta en la que se imprimían copias piratas del álgebra de Baldor, se conoció un hecho aún más macabro.
El grupo terrorista Estado Islámico había enviado un comunicado a todos los impresores legales e ilegales del mencionado libro con la orden de cambiar al personaje de la portada ya que hace alusión a un genio musulmán que no debería ser aprovechado y exprimido por Occidente. El actor Hugo Gómez, reconocido por su papel en la película «El embajador de la India» resultó ser la opción más a la mano para los diseñadores que, temerosos ante la amenaza, lo tomaron como única opción..
Según Alfredo Sanabria, incumplido impresor del barrio Ricaurte en Bogotá, «hace como dos meses nos llegó la circular con la orden de cambiar la portada. Inmediatamente hicimos caso porque esa gente es más peligrosa que el doctor de la U. Tuvimos que hacer una colecta para pagarle al diseñador que hizo el retoque en Corel, que es el programa que se maneja acá, pero finalmente tras 6 meses de incumplirle al cliente, lo pudimos sacar bien».
Los cambios de la edición no sólo fueron estéticos; al menos 14 ejercicios de la miscelánea de factorización fueron alterados por presión del grupo terrorista, afectando visiblemente el rendimiento de los estudiantes nacionales, muchos de los cuales habían presentado las pruebas PISA.
Para Gina Parody, Ministra de Educación, este hecho explica los paupérrimos resultados del país en dichas pruebas y puede traer consecuencias aún insospechadas. «Con esta noticia por fin podemos demostrar que no es que nuestra educación sea mediocre, sino que el terrorismo islámico saboteó nuestro progreso «chivando» el álgebra de Baldor. No vamos a ceder ante este atentado. Vamos a hacer un trinomio cuadrado perfecto con el Presidente y el Ministerio de Defensa, para enviar un contingente a Siria y derrotar finalmente a este enemigo de la factorización».
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