Ayer en Soacha, Cundinamarca, después de una intensa jornada en apoyo al candidato del partido Centro Democrático, el controvertido expresidente decidió ingresar a una cafetería del municipio a degustar una garulla, amasijo típico de este lugar.
El ex fue atendido y, según informan personas presentes, “se empacó más de una”. El problema fue cuando Uribe iba a pagar y le preguntan “¿desea incluir el servicio?”, a lo cual el expresidente respondió: “¡REGALADO NADA, EN MI GOBIERNO NO HABIA PROPINAS!”.
Los dueños de la cafetería, molestos por esto, le pidieron se retirara, a lo cual el respondió “¡AQUÍ ESTOY Y AQUÍ ME QUEDO!”. Acto seguido, los presentes en la cafetería decidieron abuchearlo y lanzarle garullas; cuando una de estas le pegó en la frente el expresidente gritó: “¡A MI NADIE ME PEGA EN LA CARA MA**CA!”.
Los dueños aseguran que también, además de hacer escándalo y de no querer salir, se fue debiendo 6500 pesos de las seis garullas y el tinto que se tomó.
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