Una triste sorpresa se han llevado las primeras aves migratorias que han llegado a Bogotá, huyendo del clima frío en el norte del continente. Ante la ausencia de árboles en los cuales anidar, cientos de pájaros han tenido que pagar alojamiento, muchos de ellos, a través de la aplicación Airbnb.
El ornitólogo Gary Baldee, de la Universidad Nacional, ha venido observando este fenómeno desde hace algunos años: «Las aves migratorias pasan por Bogotá y anidan durante varias semanas. Siempre ha sido un espectáculo verlas, pero por la deforestación es normal ver a los pájaros menos favorecidos anidando debajo de un puente o en los postes de la luz. Este año nos encontramos con la sorpresa de que algunas aves más pudientes han alquilado habitaciones o apartamentos enteros desde el celular», comentó.
Algunas intentaron anidar en plena plaza de Bolívar, pero allá no son bienvenidas ni siquiera las emblemáticas palomas.
Otros expertos afirman que es posible que en los años venideros las aves migratorias pasen derecho sin hacer parada en Bogotá. «Los pájaros ven que no hay árboles y ellos no son tontos. Muchos de ellos no tienen tarjeta de crédito. El año entrante mejor se van para una ciudad más amigable con el medio ambiente. Ojalá no planeen irse para la reserva Van Der Hammen, porque ahí sí, literalmente, será como montarse en un peladero», aseguró Mónica Copete, directora de la dirección de tráfico de aves, Distraves.