Luego de ver a sus voceros enfundados en camisetas de la selección Colombia y Millonarios y Santa Fe, las Farc siguen sorprendiendo en La Habana. El capítulo más reciente corrió por cuenta del comunicado revelado ayer en el que la organización asegura que la mesa de negociación «debe ser amplia en todo el sentido de la palabra», hasta aquí nada nuevo. Pero luego añade «y también sensible, en razón de esto consideramos un inamovible para el avance de las negociaciones que a ella sea vinculada un representante de la población emo colombiana».
Tal petición produjo una mezcla de sorpresa, risas burlonas y desconcierto en la delegación gubernamental. Aunque, como ha sido costumbre, ninguno de sus integrantes quiso pronunciarse, Actualidad Panamericana consultó off the record a uno de sus miembros quien afirmó: «se las aceptamos solo si Márquez logra alisarse un mechón, ja, de malas, como el emo crespo (risas)».
Como es bien conocido, los emos son jóvenes que han desterrado la alegría de sus vidas y que, tras jirones de cabello liso que cubren su rostro esconden una honda e indescifrable melancolía. Se ha dicho que en sus ratos libres se cortan las venas siempre y cuando tengan un banco de sangre en un perímetro de 20 cuadras según manuales que han caído en poder de investigadores. Consultados sus voceros sobre esta singular propuesta respondieron con un lacónico «ya hemos derramado demasiada sangre, solo por eso nos suena la idea».