El fotógrafo estadounidense Spencer Tunick, famoso por sus fotos de desnudos masivos, al parecer habría tomado una decisión que podría no ser del agrado de los colombianos que asistieron al evento realizado en la Plaza de Bolívar el pasado domingo.
Y es que esa tarde, luego de procesar las fotos en Photoshop, que, por supuesto, fueron tomadas en una resolución bastante alta, al ver los rostros aumentados en un 100% se llevó una desagradable sorpresa: los colombianos no cumplían con sus exigentes pero subjetivos estándares estéticos, motivo por el cual no superaron su estricto control de calidad, ese que lo ha hecho famoso. Ante tal contratiempo optó entonces por pixelar las caras de los participantes.
Esto lo supimos porque pocos días después del evento en Bogotá logramos contactar a uno de los ayudantes de campo, Terence Budd, quien, contrariado porque aún no ha recibido el pago correspondiente por sus servicios de cargacables, nos confirmó la noticia y, además, le contó a este medio que Tunick contempla mostrar las imágenes sin alterar en Colombia para evitar protestas; y, por el contrario, las fotos pixeladas piensa exhibirlas en espacios europeos, con la excusa de que los rostros se pixelaron como denuncia ante los desaparecidos políticos en Colombia y los miles de niños bautizados como N.N que nadie reclamó en el Bienestar Familiar.
Según Budd, Tunick pasó varias noches en vela, en medio de estertores de dolor producto de claros síntomas de clamidiosis aviar, que al parecer contrajo por el contacto continuo con caca de paloma, tratando infructuosamente de retocar las fotos para hacerlas más presentables sin quedar ni cercanamente satisfecho. Incluso Budd asegura que Tunick les dijo a personas cercanas que, cuando vio algunas de las fotos y pudo detallar las expresiones faciales de los modelos, por primera vez en su vida sintió que no había creado una instalación artística moderna conceptual sino un cuadro de Brueghel o de El Bosco.
Para corroborar su relato, Budd nos permitió escuchar una grabación donde Tunick en tono notablemente alterado , al ver a uno de los sujetos desnudos, decía lo siguiente: «That columbian that tried to sell me a bracelet was uglier than a fucking beetle» (Ese colombiano que trató de venderme una manilla estaba más feo que un cucarrón pelotero).
