Otro giro en la política exterior de los Estados Unidos se anunció ayer. Tras décadas de dedicar importantes sumas a iniciativas nobles en países en vía de desarrollo, el gobierno de este país ha anunciado que un ‘porcentaje enorme, por determinar, pero enorme’ del monto que anualmente destina a este concepto será para iniciativas que fomenten el matoneo p bullying en los colegios del mundo.
«Lo hecho hasta ahora por Usaid y otras agencias federales solo ha producido mariquitas blandengues. El planeta ha cambiado: la elección de nuestro presidente ha demostrado que solo puede haber espacio para los ganadores. Ni un milímetro para los perdedores. El planeta debe saber que Estados Unidos está comprometido con fomentar espacios de competencia salvaje, que formen carácter a partir del necesario y saludable maltrato constante. Es la única manera de alejar del vegetarianismo, el comunismo y el amor por los animales a millones de jóvenes que hoy deambulan sin rumbo. Ellos están llamados por Dios a ser cachorros de tigres en los negocios», expresó Nicky Hartfield, subsecretario de asuntos sociales del Departamento de Estado. Anunció que para el manejo de dichos recursos llevará ante el Congreso un proyecto que le permita crear la fundación «Nelson Muntz para la promoción mundial del matoneo».
El proyecto busca crear ‘ambientes hostiles para todos aquellos niños y niñas que no demuestren voluntad de arrasar, de pisar las cabezas de sus compañeros en pos del éxito, el poder y el dinero, siguiendo así el ejemplo de nuestro presidente’. Su objetivo a 30 años es que la inmensa mayoría de los habitantes del planeta tengan vidas desoladoras, ansiosas, delirantes y vacías, también como la de Trump.