Los constantes sobrevuelos de aviones venezolanos sobre territorio colombiano y el deplorable estado en el que se encuentra la flota de aviones Kfir de la Fuerza Aérea obligaron al Gobierno a recurrir al nuevo servicio de Uber, Uber-Sonicjet, para proteger las fronteras de la patria. La decisión fue tomada luego de que un juzgado de La Dorada amparara el derecho a la vida de los cuatro pilotos que, por su mal comportamiento a lo largo del año, habían sido escogidos para comandar los únicos cuatro aviones supersónicos operativos actualmente.
Para tal efecto se ha dotado a las tropas del Ejército Nacional dispuestas en tierra de teléfonos inteligentes con la aplicación instalada para que en caso de necesidad recurran a ella. Las aeronaves, F-16 recientemente dados de baja por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se encuentran dispuestas en Islas Cayman. Mientras pasa la ley de garantías, el costo de cada servicio le será cargado a la tarjeta de crédito del Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas quien aceptó, resignado, la decisión presidencial.
«Esos F16 de Uber son una maravilla, no como los Kfir que uno en Palanquero le mete al computador las coordenadas de, póngale, el Vichada y ahí mismo le bota la respuesta de que por allá no va porque no le alcanza la autonomía. Y eso cuando logra que prenda, casi siempre con cables de un A37», declaró a este portal un oficial que pidió reserva de su identidad. Otra de las ventajas de dichos aparatos es que pueden descargar sus bombas en más de un punto sin que esto genere un costo adicional.
Como era de esperarse, la principal opositora a la idea fue la Ministra de Transporte-Taxislibres, Natalia Abello, que, celular en mano en el que Uldarico Peña le dictaba la postura a asumir, fue enfática en que así se le estaban abriendo las puertas a una empresa que «nadie controla, que comete todo tipo de abusos y que dejará sin sustento a los hogares de los pilotos de los aviones de nuestra Fuerza Aérea, que son mucho mejores y prestan un servicio mucho más eficiente que los F-16 de Uber».
Pero su voz no fue escuchada. Al contrario, la idea, que la propuso la canciller, María Ángela Holguín, que se enteró del servicio «por una amiga de una amiga que es amiga del Ministro de Defensa de lo que queda de Siria que como que ya lo usó y es la machera», tuvo inmediata acogida. «No le pongamos tanto misterio, como si fuera pues la primera vez que el Estado colombiano tiene que recurrir a particulares para defender sus intereses», concluyó una fuente presente en la reunión.