Publicado el por en Bogotá, Política.

Un giro inesperado acaba de dar la campaña por la alcaldía de Bogotá al reverlarse que el jeque árabe Jezman Al-Shabin desembolsó cuatro millones de dólares para llevarse al aspirante por el Centro Democrático, Francisco Santos, luego de verlo en una vitrina móvil.

Las razones de la excéntrica adquisición todavía no se conocen con certeza. Allegados al potentado han dicho que éste es un reputado coleccionista de arte y que, al parecer, creyó que el camión que lo transportaba, más la sala, la vitrina y el candidato, formaban todos una obra con elementos de happening y performance «que es para donde avanza el arte contemporáneo» y en esa medida le habría visto «un potencial enorme» al trabajo. Tanto que ni se tomó la molestia de averiguar por la trayectoria del que le dijeron había sido su creador, un tal Álvaro Uribe.

No obstante, personas cercadas al candidato apuntan más bien a que la gracia que rebosa el mismo habría cautivado a a Al-Shabin quien habría querido contar con él para entretener a sus dos hijos, de cinco y tres años respectivamente, a sus visitas y a él mismo en tardes de tedio cuando cae el inclemente sol del Golfo Pérsico.

Al parecer, los acudientes de Santos aceptaron la propuesta motivados por la gruesa suma. Esta será destinada en su totalidad al Fondo para la Defensa de los Buenos Muchachos, causa benéfica que busca darle apoyo legal a ex integrantes del gobierno Uribe en líos con la justicia.

Por último, trascendió que el candidato no ha sido informado de lo ocurrido.

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