De salomónica han calificado la solución que la alcaldía mayor pretende darle al problema del auge de artistas informales en el sistema de transporte masivo de la capital.
«Es una realidad que el asunto se nos salió de las manos por la cantidad de cantantes. Nos pusieron en una encrucijada, porque, por un lado, la Bogotá Humana jamás peseguirá a alguien que está trabajando y no robando, y menos si está creando, pero por el otro, es cierto que no hay articulados suficientes para tantos exponentes de la canción, hay que regular», afirmó un vocero de Idartes, ente a cargo de la iniciativa.
Ante la encrucijada, a un alto funcionario de la administración se le ocurrió establecer un filtro de talento y estética y recurrir a verdaderas autoridades de la música colombiana como lo son el maestro Maluma, Fanny Lu y toda una institución del pop latinoamericano como lo es Andrés Cepeda. Así, una vez termine su participación en el exitoso «La voz kids» seguirán en el mismo rol en un nuevo programa que se llamará «La voz transmi».
Su labor será elegir los cantantes autorizados por el Distrito para interrumpir, con todo respeto, la tranquilidad de los pasajeros de los buses rojos. Serán cinco por cada uno de los siguientes géneros: pop, rock en español, canción protesta, bolero, vallenato, salsa, merengue y ópera. Por petición expresa del alcalde Gustavo Petro, los de reggaetón solo podrán presentarse en los buses que estén en tránsito.
Trascendió que para inscribirse será necesario presentar una tarjeta Tullave con saldo, requisito que, de entrada, puede dejar fuera de carrera a decenas de aspirantes que a esta hora buscan desesperadamente un punto de recarga en el que no esté caído el sistema.
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