La esperada final del fútbol americano obligó a las autoridades distritales a decretar la ley seca en Bogotá entre las 07:00 horas del próximo domingo 7 de febrero y las 05:00 horas del lunes.
La creciente popularidad de este deporte en vastos sectores en situación aspiracional de la capital y la identificación por parte de las autoridades de grupos incipientes de barras bravas tanto de los Broncos de Denver -parches Azonada Naranja el Re77iro y Zolo Potroz Chikó Lokura- y de las Panteras de Carolina del Norte -parches Ez77tru3ndo neroazzurro pr3z3n773 y F3linoz Kochinoz Uzak3n P733- motivaron tal decisión.
«Tenemos reportes de nuestros patrulleros de redes sociales que hablan de que estos individuos se habrían citado en el parque de la 93 y en la zona autodenominada T para enfrentarse con armas contundentes como almohadas de pluma de ganso y esprais de espuma, es una situación preocupante que amerita tomar precauciones», afirmó un oficial de la Policía Metropolitana que pidió reserva de su nombre.
Adicional a lo anterior está el riesgo de conflictos entre ejecutivos al calor del partido que el año pasado, según cálculos de la Secretaría Distrital de Hacienda, provocaron el fracaso de 52 negocios valorados en U$6.7 millones.
La medida, que en palabras del alcalde mayor, Enrique Peñalosa, pone desde ya a Bogotá a altura de las principales ciudades de Estados Unidos, recibió el respaldo del Gobierno Nacional. «Cualquier cosa que se haga por desestimular el interés en una actividad física a todas luces violenta en tiempos de paz cuenta con el respaldo del Gobierno. Hemos conformado una comisión de alto nivel para pedirle al Gobierno de Estados Unidos menos empujones en dicho deporte».
Por último, «como un triunfo más de las mafias fascistas» calificó la determinación el exalcalde Gustavo Petro sin tener muy claro de qué le estaban preguntando.