Ningún inconveniente se registró en el proceso normal de empalme en el cargo de #CalvoHP de los colombianos.
Un Zinedine Zidane visiblemente agobiado por el desgaste acumulado se declaró, sin embargo, muy satisfecho de entregarle la batuta al holandés Arjen Robben. «Es un descanso, los tulipanes de mi hogar han vuelto a florecer, la leche no se ha vuelto a cortar, ‘Florentino’, nuestro gato, ha dejado de vomitar bolas de pelo. Todo esto, dice mi esposa que siempre ha sido muy de la nueva era, porque cesó el envío de malas energías desde Colombia. Alá es grande».
«Son cosas de tu profesión para las que tienes que estar preparado. No todo es triunfos, glamour, portadas de revistas, champán y autos convertibles. Lo asumiré como lo que soy, un profesional. Eso sí, le pido a los usuarios de las redes sociales colombianos que todos los insultos vayan a mí, que no se metan con mi familia», complementó un resignado Robben.
El ariete de los Países Bajos pidió, no obstante, a la reconocida ONG «¿Alo? Pecia» un acompañamiento especial durante estos primeros meses.