Como si no bastara con las alarmantes cifras de riñas y muertes asociadas a festejos inapropiados de los triunfos de la selección Colombia en el Mundial, un nuevo problema evidencia la irresponsabilidad colombiana al momento de demostrar su alegría: los bebés descuajados.
Desde el Ministerio de Salud y Protección Social se emitió un comunicado en el que se reporta la abrumadora cifra de 74 niños ‘descuajados’ en las últimas semanas. En este sentido, no resulta sorpresivo que el grueso de estos infantes haya sido llevado al hospital en el día siguiente a los partidos de la selección Colombia por síntomas asociados, principalmente vómito y diarrea; esto sin considerar las cifras inexistentes de aquellos que son llevados a atención alternativa o experimental, como el tradicional sobandero. Aparentemente, la alegría que ha despertado los goles de James, Cuadrado y compañía, ha pasado factura en los sistemas digestivos de las criaturas menores.
Sobre este preocupante fenómeno, Doris Velandia en representación del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) declaró a AP que caravanas de esta entidad harán visitas sorpresa durante los partidos de la selección, para detectar festejos inadecuados de los adultos que pongan en peligro la salud de los más pequeños. No se descarta que esta medida sea replicada en otros partidos decisivos de torneo mundialista.
Tanto el Ministerio como el ICBF hicieron un llamado a moderar los episodios de euforia, y, en particular, evitar que los bebés sean rotados entre los brazos de los tíos, tías, vecinas que se encuentran casualmente a compartir los emocionantes juegos de la selección y el mundial en general, pues en medio del tradicional aguardiente, se convierten en víctimas fáciles de un resbalón o de un una demostración de amor patrio desaforada.
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