Con sorpresa se recibió en el gobierno venezolano la confirmación de que los colombianos deportados por las autoridades venezolanas eran votantes activos del partido socialista unido de venezuela PSUV, colectividad a la que pertenece el presidente Nicolás Maduro.
Altos funcionarios del gobierno de Caracas manifestaron que si bien los colombianos deportados podrían hacer la diferencia con sus votos en las próximas elecciones del estado Táchira, el PSUV tiene otros mecanismos diferentes al voto para mantenerse en el poder, y «sin dudarlo un milímetro de segundo, apelaremos a ellos».
Este medio conoció de fuentes internas del PSUV que desde ya se ha implementado un plan de choque para importar guyaneses, nacionalizarlos y ponerlos a votar por el partido.
Por otro lado, en la fronteriza ciudad de San Cristobal, se presentaron protestas en contra del cierre de la frontera, que implica para ellos el desabastecimiento de papel higiénico de contrabando, único sustituto del papel de los medios oficiales.