El presidente venezolano Nicolás Maduro salió esta mañana a dar la cara frente a declaraciones de varios medios, ONG, instituciones internacionales y opositores, según las cuales, el juicio a Leopoldo López careció de garantías.
«No es cierto que a este pitiyanqui multimillonario, oligarca, escuálido se le hayan violado sus derechos. En la patria grande de Bolívar las instituciones e institucionas son independientes y tienen total libertad para fallar y proferir condenas en contra de los opositores. Tampoco es cierto que no haya habido pruebas para justificar su condena. Las pruebas existen, las tengo yo en mi escritorio junto a un pedazo de la barca (arca) de Noel (Noé) rescatada de las faldas del monte Arafat (Ararat)».
El mandatario fue enfático en reconocer que pese a sus diferencias con la oposición, siempre ha mantenido el respeto por la separación de poderes y aunque para algunos puede parecer excesiva, la condena contra López es producto de un proceso judicial justo. Al respecto manifestó:
«En Venezuela la rana (rama) judicial es independiente de la ejecutiva. Nunca se mezclan. Son como el agua y el café, como el whisky y el hielo, como la leche y el agua, como San Cristobal y Cúcuta: totalmente independientes e imposibles de mezclar.»
Por su parte el presidente de UNASUR, Ernesto Samper, apoyó la declaración de Maduro afirmando que la separación de poderes en Venezuela es tan evidente como un elefante en la sala de la casa.
«En Venezuela, la separación de poderes es tan visible como un elefante en la sala de la casa, ¡perdón!, digo, como un oso polar en el hielo, digo, como una mosca en un vaso de coca cola, digo, bueno, la idea es esa…» manifestó en una rueda de prensa a las pocas horas de darse a conocer las declaraciones del presidente venezolano.
De la misma forma, asegurò que desde UNASUR podría darle más tranquilidad a la opinión pública contratando al ex-representante colombiano Heyne Mogollón para que hiciera una revisión independiente del proceso de López, siempre y cuando desde Venezuela giren el dinero para el contrato, que según palabras de Samper, «sería en todo caso, por prestación de servicios».
