El cantante, compositor, activista, pero sobre todo, ser humano, Manu Chao, de visita este fin de semana en Bogotá con motivo del concierto que ofrecerá mañana anunció que esta noche la pasará en «la camita de Bacatá», la carismática perrita que adoptó el alcalde Gustavo Petro como símbolo de su compromiso con la defensa de los derechos de los animales.
«He pedido que no cambien nada, no quiero cobijas ni que le quiten las pulgas, mucho menos con Baygon, que es químico y es de una transnacional. Quiero una compenetración plena con Bacatá, mi idea es dormir en cucharita, si ella así lo dispone, por supuesto, no quiero incomodarla ni mucho menos forzarla porque además terminaría en problemas con la ley, y ya he tenido suficientes en todos estos años de resistencia», bromeó.
«Es mi manera de sintonizarme con la familia canina y animal de Bogotá, ciudad que, como ustedes saben, llevo en mi corazón, así como al Santa Fe», afirmó el músico independiente en alusión a los meses que residió en la ciudad a comienzos de la década de 1990.
«Es la tarea del músico, enviar mensajes que respalden las causas mágicas. Lo que ha hecho mi carnal Gustavo con los animalitos en Bogotá es realmente maravilloso. Lo voy a proponer para el Nobel de la paz por prohibir los toros. El Nobel alternativo, claro, como todo lo mío», añadió.
«Seré infinitamente respetuoso, comenzaré por presentarme, pero sin imponer mi cultura humana, sino acogiéndome a sus convenciones. Para los morbosos: sí, le oleré su colita y dejaré que ella haga lo propio con la mía. Quiero un trueque de afectos, que es lo único que puede salvar a esta altura al planeta, que ella me de algo de su alma y yo a cambio le de un poquito de lo que me queda de la mía, porque ustedes saben que cada uno de mis seguidores lleva ya una migaja que vibra en cada uno de sus chakras», afirmó antes de pedir disculpas y retirarse rumbo a seminario sobre cultivo autogestionado de cizaña orgánica.
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