Publicado el por en Judicial.

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El polémico empresario Miguel Nule ha dado nuevamente de qué hablar, pero esta vez por su incursión a la poesía, con un libro que ha escrito desde su celda y que será editado pronto por una prestigiosa editorial de buenos apellidos.

El excontratista, preso por el escándalo de corrupción más grande de la historia reciente del país, ahora pasa sus días frente a una máquina de escribir con la cual ha hecho más de doscientos poemas que serán lanzados prontamente al mercado.

La unidad investiga de AP logró conseguir un avance de lo que será esta polémica obra. Compartimos a continuación algunos poemas con autorización de la editorial.

Compañía

Delincuentes son, mi compañía en este patio
La corrupción, es inherente al humano
Si me descuido, me roban hasta el radio
Si lo roban, yo lo cambio por mi hermano.

Oportunidad

En la audiencia te vi pasar
Como un beneficio de un alma sin tasar
Hoy estás lejos, cuánto te anhelo
Serías mi único consuelo
Principio de oportunidad

Mi viejo fiscal

Querías acusarme, morías por inculparme
Entre indagatorias y diligencias quisiste crucificarme
Pero el hábito judicial dio paso a la amistad
Hoy te relevan, y ya extraño tu majestad
Mi proceso y yo sentimos tu vacío, mi viejo fiscal

20 por ciento

Cinco centavitos de felicidad, dice la canción
Pero el tiempo pasa y no entiende de inflación
La existencia se pone harapienta
Y ese contrato nada que revienta
A ti te parece asquiento, yo vivo de mi 20 por ciento

Tu amor fue

Tu amor fue rojo como un pétalo de rosa
Tu amor fue impune como el caso de Invercolsa
Tu amor fue fugaz, como una noche con la moza
Tu amor fue oscuro, como el caso de Interbolsa

Luna mordida

Una luna va menguando, como mordida por Samuel,
un encanto traicionero, fue juntarme yo con él.
Un domingo en la mañana, de la cárcel yo saldré
Una cuenta en las Bahamas, hay a nombre de Manuel

El tiraje inicial de esta obra será de 5000 ejemplares, aunque se espera que la edición pirata llegue a los 15.000

Las regalías serán consignadas en una cuenta en las Bahamas a nombre de la Fundación Miti-miti, que hace obras de sensibilización frente al trabajo honesto.

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