Publicado el por en Internacional, Proceso de paz.

Tras demostrar una eficiencia sin par en el difícil oficio de levantar infraestructura en corto tiempo para efectos militares, los miembros de la Fuerza Armada Boliviariana que esta semana detonaron una grave crisis fronteriza en Arauca regresarán pronto al país, pero ya no como invasores, sino como contratistas.

Gracias a las habilidades mostradas el gobierno ha decidido entregarles la responsabilidad de construir los campamentos que faltan en las zonas veredales destinadas para la concentración de los miembros de las Farc antes de su desmovilización.

«Una vez más, crisis es sinónimo de oportunidad. Supimos convertir una tensión diplomática fuerte en el empujòn que necesitaba esta fase del proceso. Teníamos varias ofertas para los últimos campamentos, pero ninguna con demostración in-situ y gratis de la eficiencia a la que aludían en los papeles. Además las Farc, usted entenderá, están encantados con que sean hermanos bolivarianos los que hagan el trabajo. Un gana-gana-gana, definitivamente», aseguró una alta fuente gubernamental.

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