De cara a la moción de censura a la que se enfrenta el ministro de hacienda de Colombia, Alberto Carrasquilla. El super ministro ha revelado una estrategia para salvaguardar la frágil economía colombiana.
Los Bonos Waters, como los ha llamado el ministro, son una solución innovadora que consiste en usar recursos del erario para comprar todas las boletas del próximo concierto de Roger Waters, cofundador de Pink Floyd y repartirlas democráticamente entre aquellos fanáticos del músico que no han sido bendecidos económicamente.
Una vez adquiridas las boletas, el ministro se instalará en la entrada del estadio con mochila entrecruzada y tenis cómodos, recitando la seguidilla:»Barato el Bono de Waters, Bono de Waters, Pin Floi, vip, preferencial» para atraer a los fanáticos del legendario rockero.
«Inicialmente no cobraremos dinero a los asistentes que opten por adquirir el Bono Waters» explica el ministro. «Simplemente les pediremos que dejen el reloj y la cédula como garantía de su compromiso fiscal. Nuestro fin es que tanto ricos como pobres puedan disfrutar de la música» puntualizó Carrasquilla.
El ministro explicó que el retorno de la estrategia vendrá en las semanas posteriores al concierto, cuando se recuperará el costo de las boletas a través de la firma de recaudo Colombo-japonesa llamada L.D.Lamoto Holdings con sede en Panamá y creada por el mismo Carrasquilla.
L.D.Lamoto no solo cobrará el valor inicial de la boleta sino también unos costos operativos y un nuevo impuesto a las «fiestas y convidios», fondos que quedarían en las arcas de la firma panameña como pago por el servicio prestado. El resto de los ingresos se reinvertirían en otras empresas similares, como traer a Colombia al grupo Aqua conocido por su famoso hit Barbie Girl, o traér a Bono de U2 y así repetir la estrategia.
«La cédula se le devolverá a los fans una vez cancelada la deuda, y el reloj, qué pena pero ya vino alguien y lo reclamó» bromea Carrasquilla.
El proyecto fue aprobado vía ‘pupitrazo’ por la coalición gobiernista que ya cuenta con boletas de cortesía para el concierto y mucha ilusión, pues el lobby del gobierno ya logró gestionar que el mismo presidente Duque sea el telonero de Waters en el concierto.