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Samuel Santiago Ballesteros, un pequeño de 6 años a quien sus papás le compraron un disfraz de Rappitendero para la fiesta de Halloween, tiene bloqueado el ingreso al jardín infantil Charles Bukowski, con los triciclos de sus compañeritos.

«Samuelín es normalmente muy disciplinado, pero esta mañana llegó con disfraz anaranjado del de los domicilios y empezó a sacar todos los triciclos y a organizar a todos los niños de transición para atravesarlos en la entrada», explicó Rubiela Moreno, profesora de preescolar. «Los papitos y mamitas no han podido recoger a sus peques porque no hay forma de pasar. Algunos hasta me hicieron pipí en las paredes».

El disfraz fue comprado por sus papás en la página de Rappi, por petición de Samuel Santiago, quien tiene un primo que trabaja en este emprendimiento de la economía naranja.

«Samuel Santiago admira mucho al primo y hace berrinche si le dicen Rappitendero. Él pide que le digan emprendedor independiente de Rappi. Nosotros aprovechamos y en los días que usa el disfraz no le damos mesada, para seguirle el juego. También le metimos un ladrillo en la maleta», relató Roberto Ballesteros, su papá.

A esta hora, las rutas escolares del jardín no han podido recoger a los niños por el bloqueo de Samuel Santiago.

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